
A la llegada a Cástulo, como primera parada, encontramos el Centro de Recepción de Visitantes ubicado a las afueras de la ciudad, junto a la Muralla Norte y sobre la necrópolis de la Puerta Norte. Aquí podremos conocer detalles de la historia del sitio y profundizar en la Segunda Guerra Púnica, así como conocer algunos avances de las investigaciones recientes realizadas por el Proyecto de Investigación Forvm MMX. A partir de aquí podremos comenzar el recorrido que nos guiará a través de la Historia por los caminos que nos aproximan a los diferentes hitos arqueológicos excavados desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, ubicados sobre las más de cuarenta hectáreas que ocupa la meseta de esta gran ciudad.
A la llegada a Cástulo, como primera parada, encontramos el Centro de Recepción de Visitantes ubicado a las afueras de la ciudad, junto a la Muralla Norte y sobre la necrópolis de la Puerta Norte. Aquí podremos conocer detalles de la historia del sitio y profundizar en la Segunda Guerra Púnica, así como conocer algunos avances de las investigaciones recientes realizadas por el Proyecto de Investigación Forvm MMX. A partir de aquí podremos comenzar el recorrido que nos guiará a través de la Historia por los caminos que nos aproximan a los diferentes hitos arqueológicos excavados desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, ubicados sobre las más de cuarenta hectáreas que ocupa la meseta de esta gran ciudad.
Antes de entrar en la ciudad, es posible contemplar varias tumbas (una ibérica y otra romana, fechadas en los siglos IV a.C. y V d.C. respectivamente), pertenecientes a la necrópolis de la Puerta Norte. Esta Necrópolis es una de las más importantes de Cástulo y estuvo en uso durante casi 1000 años, ocupando una superficie de más de 50.000 metros cuadrados. Continuando nuestro camino hacia el sur nos encontramos las laderas sobre las que se asienta la muralla de la ciudad, y tras entrar en ella, nos encontramos la gran meseta donde se desarrolló el núcleo urbano de Cástulo.
En la meseta Oeste se localiza la Acrópolis, un promontorio destacado sobre la ciudad en torno al que se situaba el teatro, y en el que se localizan las cisternas de agua que abastecían a las fuentes y edificios públicos de Cástulo. En este lugar también se conservan los restos de un santuario que estaría ubicado sobre una gran torre de 15 x 16 metros, construida por el ejército cartaginés. Se trata de un monumento defensivo que, aunque estuvo destinado a imponer su presencia y dominio sobre el territorio, destacó también por ubicarse en un lugar sagrado en etapas anteriores y posteriores a la presencia púnica.
En el Centro Monumental de la ciudad encontramos diferentes excavaciones arqueológicas realizadas en las últimas décadas que nos permiten adentrarnos en el urbanismo romano de la ciudad, con la presencia de una de las principales termas de Cástulo, vestigios del trazado urbano y grandes edificios públicos. En esta zona las excavaciones arqueológicas han permitido documentar evidencias de la presencia de una comunidad judía localizada en el centro de la ciudad en torno a los siglos IV-V d.C.
Al suroeste del Centro Monumental, las excavaciones arqueológicas han documentado la existencia de dos edificios singulares, como es el caso de un edificio público destinado al culto de Domiciano, según las hipótesis, y demolido como consecuencia de una damnatio memoriae (condena de la memoria) a finales del siglo I d.C. en el que podemos encontrar el mosaico de los Amores Junto a él encontramos otro edificio posterior, fechado en el siglo IV d.C., y dedicado al culto cristiano. Aquí se conserva una pila bautismal por inmersión, y en una de sus habitaciones fue hallada la Patena de Cristo en Majestad, traída desde Roma y utilizada para la liturgia cristiana en Cástulo.
Sobre la meseta del Cerro de la Muela, en el extremo noreste de la ciudad, encontramos un lienzo de muralla de época romana, bajo la que existen murallas anteriores de época ibérica y edad del bronce. La muralla rodeaba completamente la meseta, protegiendo la ciudad con una longitud de más de 3,5 kilómetros. En este tramo de muralla existe un monumento construido en torno al siglo I a.C., donde se documentó una escultura de un gran león, conservado en el Museo Arqueológico de Linares.
Al sur de la meseta nos encontramos con los vestigios de las últimas construcciones realizadas en Cástulo, la torre almohade del «Castillo de Santa Eufemia», situada sobre una meseta independiente de la principal. Esta fortaleza estaba protegida por sus imponentes laderas y un foso en su frente norte, y fue el último reducto de las tropas musulmanas antes de la conquista cristiana en el siglo XIII. Desde aquí es posible contemplar el paisaje y la ribera del río Guadalimar, en el que se encontraba el último puerto del río Betis, Cástulo.